martes, 1 de marzo de 2016

Con Cada Latido De Mi Corazón - Daryling Black





¡Hello Sweet Readers!

He abandonado un poco el blog de nuevo, pero arreglaré eso.

Hoy les vengo hablar de otra de mis historias, esta es bastante nueva, llego a mi cabeza y fue como: “¡Tengo que escribirla!”

No tiene inspiración en otro lugar, solo llego la voz del personaje a mi cabeza y me gustó la trama.

Es temática LGBT, lo cual es un reto para mí, pues nunca había planeado escribir nada relacionado a esta temática, pero se dio y trataré de hacerlo lo mejor que pueda.

A continuación les dejo la sinopsis y el prólogo, por si les interese también el link:





SINOPSIS


 No importa el lugar en el que esté, siempre habrá algo que me recuerde tu mirada, tu sonrisa, tus gestos tontos…


De alguna manera eso me hace sentir cerca de ti…


Pero cuando realmente necesito que estés conmigo, cierro los ojos y todo mejora porque sé que estarás conmigo siempre… Con cada latido de mi corazón.



PRÓLOGO
— ¡Mami! ¡Mami!
La voz angustiada de mi hija hace que entre en modo mamá sobreprotectora.
Mi pequeña hija de seis años corre hacia mí con sus brillantes ojos  verdes tristes y llorosos.
— ¿Qué te pasó mi vida? —me agacho hasta estar a su altura e inmediatamente envuelve sus bracitos alrededor de mi cuello. —Aylén, mi cielo, ¿Qué te hicieron? ¿Por qué estas así?
A regañadientes logro que me deje ver su carita mientras le seco las lágrimas que han empezado a caer.
—A ver, cuéntale a mami por qué estás así.
—Tú sabes —me dice con su aún voz de bebé que siempre logra derretirme y nunca negarle nada. —La tarea que hicimos ayer, la profesora nos pidió decir el significado de mi nombre y yo les dije que significaba alegría y que me llamaba así por mi otra mami que está en el cielo —como siempre que mi inolvidable Aylén es mencionada, siento una punzada en el pecho, acepto la sensación, hace que me sienta cerca de ella. La voz de mi hija me regresa al presente. —Pero todos los niños empezaron a reírse de mí y la profesora dijo que no es posible tener dos mamás, le dije que yo si las tenía, pero ella me siguió diciendo que no  —gruesas lágrimas caen de sus ojos y deseo tanto unirme a ella —Eso no es cierto ¿verdad mami? Yo si tengo otra mamá, está en el cielo porque ella decidió convertirse en nuestro ángel de la guarda, ¿verdad que sí? —siento mis ojos humedecerse, pero aun así logro plantar una sonrisa en mi cara.
—Así es mi amor, tienes dos mamás, y mamá Aylén está en el cielo, cuidándote, cuidándonos. No le hagas caso a esa bruja yo me ocuparé de ella más tarde. —limpié sus lágrimas y besé su mejilla. — Ahora vamos a casa, tenemos que llevarle flores a mamá Aylén, hoy es su cumpleaños.






Espero que le den una oportunidad, se los agradecería mucho.

Sin más que añadir,

¡Besitos llenos de amor y de labial sabor a fresa!





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